Reflexión matinal sobre el amor

Paso firme aconseja el Iching. Y es que desgraciadamente uno no decide del todo de quien se enamora y de quien no. No es una cuestión de elección, como si uno pudiera tomar un catálogo y escoger entre lo que uno mas le gusta para que luego se lo manden por correspondencia. El amor llega de improviso, muchas veces atropella y solo nos damos cuenta que es así cuando ya no podemos hacer nada la respecto.

Uno puede ser muy racional y tratar de llevar las cosas con cierta prudencia y calculo, pero ninguna estrategia sirve cuando las cosas simplemente suceden. Se pueden tomar medidas de contingencia, cómo por ejemplo cuando se sabe que viene un huracán y se protegen las ventanas para que no se rompan, pero por más medidas que se tomen si el ojo del huracán pasa por encima de tu casa no queda de otra que sostenerse y aguantar.

No obstante, solemos creer que tenemos el control de nuestras vidas y creemos saber para donde vamos, lo cual es una mentira que nos han hecho creer las malas series de televisión norteamericanas. Al final, no nos atrevemos a mostrar nuestras inseguridades y a admitir que estamos perdidos en un mundo misterioso e impredecible por el temor de ser marginados. Debido a esto, hemos dejado de sorprendernos del mundo y de las personas, pues creemos saber lo que queremos. Pareciera que nuestra fe se funda en las cosas que vemos a diario, lo que queremos ser lo hemos visto en el catalogo de IKEA, en un programa de televisión, o alguien nos lo ha contado. Parece que viviéramos en ficciones y proyecciones que todos los días tenemos que seguir alimentando para poder seguir adelante con la vida.

Lo cierto es que todos le tenemos miedo a fracaso, a ser rechazados, a que nos volteen la cara para besar en la mejilla, a que nos muestren quienes somos realmente, a que se incomoden con nuestros ronquidos o nuestro mal aliento, nuestro silencio, nuestra facha, o yo que sé… hoy nos dejamos incomodar por tantas estupideces que dejamos de apreciar las cosas mas importantes de las personas. La gente busca enamorarse de alguien que no tenga callos en los pies o que tenga las tetas bonitas. Pero quien conoce el verdadero amor sabe que éste no diferencia, no clasifica, no margina.

En resumen, hoy más que nunca, parece que existe un miedo generalizado a explorar el sentido profundo del amor.

3 comentarios:

  1. Anónimo10:51 p.m.

    Estas leyéndote el IChing?
    A este triste post (no porque esté mal escrito, sino porque se nota que no estabas en el mejor mood cuando lo escribiste) le sumo que es mierda cuando uno dice que las cosas valen huevo porque uno siempre se termina involocrando de una u otra forma. A los manes les queda más fácil eso de hacer las cosas por hacerlas (bueno a los que conozco) pero a las nenas nos cuesta más el hecho de no sentir "algo" (sea lo que sea) cuando se hacen.
    Y sí, la gente se enamora de quien menos lo piensa, o de uno se enamoran sin que uno lo sepa, el amor es así, no?
    No racionalicemos tanto, en eso nos parecemos mucho tú y yo y por eso nos hacemos tantos videos, igual es consejo pero a mi también me toca aprender a hacerlo.
    Besos
    Mafe
    Pd: No te olvides de mi blog, mira que yo no me olvido del tuyo, nerd.
    Sé Feliz.

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  2. me parece interesante la conclusión, juan. Hay temor por explorar el sentido profundo no sólo de eso, sino de más o menos todo. Por otra parte, no se si enamorarse sea alguna vez algo profundo, más bien es la puerta a algo profundo, quizá. Escriba poemas loco

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  3. Se podrían escribir mil y un post sobre el amor, canciones, libros, en fin...y nunca se acabarían las palabras para indagar y tratar de entender algo que es tan intangible como Dios, que se convierte como en la respiración, algo que vivimos tan a diario que en algún momento nos dejamos de dar cuenta que está ahí, que nos toca así queramos permanecer inmutables ante una realidad que es imposible negar.

    Es un sentimiento que implica más allá de buenos sentimientos, muchos temores y miedos, pero eso también es lo que lo hace interesante, nunca enfríes la pasión, el romanticismo, esa sensibilidad que es lo que diferencia hoy por hoy. No te vuelvas un robot más que solo necesta suplir necesidades básicas de una forma casi instintiva. Por favor, no!

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