En busca del absurdo

Es la adolescencia el momento propicio y radical para buscar un icono de la música popular con el cual expresar los dilemas existenciales propios de esa etapa de la vida: de la que tanto nos avergonzamos, y de la cual algunos adultos no logramos escapar. A los 17 años se hacia un esfuerzo monumental para saber quien era uno. Eso significaba iniciar empresas que hoy parecerían ridículas, como revisar el acervo musical de nuestros progenitores. Estos proyectos intelectuales (por qué no decirlo), podían conducirnos a sorpresas y confusiones cuando nos encontrábamos con un casete titulado “música de protesta” que en realidad contenía un mosaico de canciones que iniciaba con Michael Jakcson, pasaba por Mercedes Sosa y culminaba con Noel Petro (mejor conocido como el Burro Mocho). Esta inconsistencia entre géneros, conceptos y tendencias fueron los acicates para iniciar un distanciamiento generacional en busca de la propia coherencia. No obstante, la búsqueda de la sensatez podía ser un camino tortuoso hacia la total incongruencia. Eso nos sucedió a quienes creímos haber encontrado en Frank Zappa a un icono de los sesenta y setenta que podía revelar con mayor claridad los sentimientos que queríamos expresar en los noventas. El descubrimiento del absurdo, para algunos, fue quizás el más significativo hallazgo de la adolescencia que, finalmente hoy convertidos en adultos, nos acercó con la generación que nos precedió.

Broken Hearts Are For Hassholes, Dancin’Fool y Yo’ Mama son algunas de los temas de Sheik Yerbouti , un disco que desconcierta al más insolente por su sarcasmo y genial irreverencia.

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Zappa interpretado por la London Symphony Orchesta, demustra la genialidad de este artista componiendo, que es entre otras cosas, una parodia de los clichés y manierismos de la música hecha para cine.

A uno puede gustarle o no su música, pero lo que no se puede desconocer es el ingenio de este prolífico compositor. Mi disco preferido, el cual fue hurtado en alguna fiesta casera es Hot Rats.

5 comentarios:

  1. Culebrero! no conocia su blog, interesante. Efectivamente, uno no tiene que ser un conocedor de la música para poder disfrutar de un bueno sonido. saludos desde Bogotá [+] que DC - el BLog de Bogotá

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  2. Alex: siempre bienvenido.

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  3. Muy bacano el post, realmente la adolescencia sirve para escoger la musica que lo identifica a uno y con esto la forma de ver el mundo y de vivirlo y eso lo acompaña a uno el resto de la vida. Noel petro tambien esta en mi memoria, al igual que claudia de colombia, rolling stones y muchos mas. Lastimosamente a Frank zappa lo conocí tarde, pero realmente es muy valioso su aporte!

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  4. CD: El Burro Mocho es un Frank Zappa colombiano, guardando las proporciones. Su irreverencia parroquial tiene una genialidad que no hemos sabido valorar.

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  5. Frank Zappa... my master

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